viernes, 13 de mayo de 2016

"Spotlight" y "Concussion"

DOS FILMES, 
DOS HISTORIAS BRUTALES 
 DOS INSTITUCIONES IDOLATRADAS Y LA REALIDAD DETRÁS DE ELLAS

Seamos honestos, a estas alturas ya "debería" haber hablado de la guerra civil de Marvel, pero simplemente decidí que puede esperar ya que estoy seguro que la mayoría si no la ha visto una, dos o tres veces muy pronto lo hará.



Este fin de semana vi un par de películas que en verdad aconsejo no perderse, tal fue mi agrado por ambas que no pude simplemente elegir una y, aprovechando sus sutiles similitudes, decidí exponer mi opinión de ambas.

En Concussion, el personaje interpretado por Alec Baldwin comenta muy atinadamente:

- ¿Sabe que es lo más importante para los americanos (sic) según una encuesta? ... Dios. ¿Sabe que contestaron que era la segunda cosa más importante en sus vidas? ... El fútbol (americano por supuesto)

Y fue este comentario el que me trastocó y llevó a la reflexión. ¿Quién o qué podría enfrentarse a Dios o a la NFL en un país dónde crearon su propio sueño de libertad y estilo de vida y mediante una divinidad que custodia su supremacía hasta en los billetes (in God we trust), fast food, muchas armas, nacionalismo y deportes billonarios, defienden ese estilo de vida? Un ideal que le permite a los inmigrantes la posibilidad de ser acribillados en la frontera o, con un poco de suerte, convertirse en los líderes de esta nación, donde Trump puede ser millonario, conductor de un reality show y presidente, todo en una misma vida... el absurdo total y la absoluta y desmedida libertad ganada por méritos propios.

Pues alguien lo hizo en la vida real y el costo en lágrimas y sufrimiento fue altísimo. En Concussion, Will Smith interpreta al Dr. Bennet Omalu, un forense de origen nigeriano especialista en detectar la causa de muerte en los cuerpos que llegaban a la oficina médica de Allegheny, Pennsylvania. Su vida cambia al recibir el cadáver del ex jugador de los Steelers, Mike Webster, en el que descubre un daño cerebral desconocido hasta entonces y al que denomina Encefalopatía traumática crónica o ETC producto de sus años como jugador profesional. Con el tiempo más jugadores retirados empezarán a presentar síntomas similares y el Dr. Omalu tendrá que enfrentarse no sólo contra la afición del deporte más popular de los E.E.U.U. sino contra la NFL y el mismísimo FBI para defender su vida, su carrera, su credibilidad y a su familia. La actuación de Smith es una de las mejores de su trayectoria y Alec Baldwin, que de por si nos tiene acostumbrados a excelentes interpretaciones, complementa la representación de esta historia basada en hechos reales. 

Película imperdible para los fanáticos del fútbol americano donde el debate sin duda quedará en el aire... 


Y siguiendo en el mismo tenor de ideas era indispensable hablar de Spotlight, ganadora del Oscar 2015 a mejor película y mejor guión original, plagada de luminarias que viven su mejor momento como Mark Ruffalo, Michael Keaton (en esta nueva etapa que lo ha proyectado a lo más alto a partir de Birdman), Liev Schreiber y Stanley Tucci, todos en un monumental despliegue de calidad actoral que nunca me hubiese imaginado. Particularmente para mí, Ruffalo se acaba de ganar un lugar especial en el séptimo arte después de una larga trayectoria en la que mezclaba éxitos descomunales carentes de actuaciones memorables y alma y proyectos fatales que nunca le consolidaron.

En este filme, también basado en hechos reales, el equipo de investigaciones del Boston Globe conocido como Spotlight decide enfrentarse al poder de la iglesia católica, sus benefactores y al propio sistema legal estadounidense para revelar ante la luz pública un escándalo de abusos sexuales y pederastia por parte de algunos sacerdotes. Los miembros de Spotlight y del Boston Globe no saben la magnitud del evento al que se enfrentan, que tan grande es el problema, ellos mismos serán trastocados por su propia investigación y deberán mantener a flote su trabajo contra las creencias de familiares, amigos y colegas para evitar que la noticia se sepulte en burocracia y olvido en plena época dónde otro hecho acaparaba la atención del mundo: el 9/11.

La historia presenta momentos desgarradores donde las victiman reviven sus recuerdos con un dolor difícil de tragar para cualquier espectador, donde los trastornados abusadores parecen ser inmunes al sufrimiento humano y donde podemos ser testigos de una epidemia que pone en evidencia la degradación de los valores y el alma de nuestra generación. Es una película para personas de amplio criterio dispuestas a no vendarse los ojos ante la realidad escudándose en tabúes y justificaciones que en nuestros tiempos resultan absurdas.





Mi calificación: 9 y 9.5 respectivamente

Lo mejor: las actuaciones, particularmente de Will Smith y de Mark Ruffalo.

Lo pior: Son historias reales, crudas, impactantes que te 
producirán un profundo sentimiento de tristeza

Verla con: No sé, gente sin problemas para digerir la verdad, con tu abuelita, sacerdote y tu coach de tocho para nada. 

Mi frase justo al terminar de verlas: ... nunca me lo hubiera imaginado ...


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